Una obra unipersonal en su mayoría, pero que mantiene una interacción con el público ( en este caso de manera virtual), que presenta una extensa crítica social-religiosa y política con tonos sátiros, un humor crítico y reflexivo que intenta poner de manifiesto la doble moral que se maneja en la gran parte de la sociedad tapatía.

Un espectáculo de estilo cabaret, donde la intervención de la música en vivo, realza la capacidad histriónica del actor, que con un monologo cargado de temas controversiales como la fe, misoginia, milagros inexistentes, derechos humanos y homofobia pretede dejar un mensaje muy claro, ningún milagro, no importa cual deidad pretendamos que lo realice podrá rescatar a ésta nación sin la ayuda de la sociedad en general.

La historia se centra en un milagro, en la aparición de una papa. Y en torno a ella los personajes giran, algunos esperando milagros y otros por su parte sacando provecho, -muy redituable por cierto-, hasta que hace su aparición Tonanzin, (la diosa madre) y pone fin a todo el proyecto, procesión y dudas acerca de dicho milagro.

En cuanto a las cuestiones técnicas, la música es un poco fuerte en contraste con la voz del actor, se recomienda poner especial cuidado para poder degustar cada una de las palabras cargadas de una crítica humorística que a más de alguno le arrancará una reflexiva carcajada.

LA PROCESIÓN DE LA SANTA MENTIRA
Género: Cabaret
Director: Tito Vasconcelos
Actores:  Copatzin Borbón
Clasificación: Adolescentes y adultos
Productor: Laura Iveth López

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Reseña: Luna Rivas / Fotografía: Nación Imago