Nytt Land, compuesto por el matrimonio Natalya y Anatoly Pakhomov, ha emergido como una de las propuestas más fascinantes dentro del panorama musical actual. Su enfoque innovador fusiona sonidos ancestrales y tradiciones folclóricas de Siberia con elementos contemporáneos, creando una experiencia musical y visual que trasciende las fronteras. Para fortuna de los tapatíos pudimos contar con su presencia este pasado viernes 26 de mayo en un concierto donde el dueto ruso desató su poderío musical haciendo una noche inolvidable.



En su primera presentación en este continente, Nytt Land nos transportó a las vastas y misteriosas tierras nórdicas con sus canciones características que te atrapan desde el primer minuto. Temas como «Ragnarök» y «Blood of the North» entre otros más de su basta discografía de casi diez años, resonaron en el recinto desplegando una combinación única de voces etéreas, instrumentos tradicionales y una percusión enérgica. Cada nota y cada ritmo evocaban un sentido de conexión con la naturaleza y una esencia ancestral.
El dueto de folk nórdico regaló un viaje sonoro único y cautivador que pocas veces se ha visto en esta ciudad, una experiencia que podría catalogarse más como un performance que un concierto. Dicha característica única los ha hecho viajar a festivales alrededor del mundo como el Wave-Gotik-Treffen en Leipzig, Alemania, el Castle Party en Bolków, Polonia e inclusive el Hellfest en Clisson, Francia. Con su austero arsenal, han logrado demostrar la expansión de su reconocimiento internacional y su capacidad para hipnotizar a diversas audiencias y su presentación en Guadalajara no fue una excepción.

La entrega y el misticismo de Natalya y Anatoly en el escenario mostraron su pasión y dedicación a su arte, creando un vínculo y dejando a los asistentes maravillados con un profundo aprecio por este ritual sonoro.
En conclusión, fue una experiencia envolvente y trascendental. Su capacidad para llevarnos a través de sus ritmos únicos y su fusión de sonidos es testimonio de talento y creatividad. Sin duda alguna, Nytt Land dejó una huella profunda en los corazones de aquellos que tuvimos el privilegio de presenciar su arte. Esperemos en el futuro tengamos nuevamente una visita por parte de la pareja rusa pero además contar con más shows como este, que son “una vez en la vida».
Por Christhian Ferenc








