Manuel Suárez, ‘Manix’, es un músico y productor mexicano, conocido principalmente por ser el líder de la emblemática agrupación Guillotina, una banda clave en el movimiento ‘grunge’ de los 90’s, siendo el estandarte nacional, y que durante sus 18 años de existencia y 6 discos bajo el brazo, lograron dejar una huella imborrable dentro de la escena del rock mexicano.

La historia en general podría quizá ser extensa, ya que después de ponerle fin a Guillotina, Manix lanzó un nuevo proyecto colaborativo llamado Motor, una banda que durante un periodo de 7 años, logró lanzar 3 discos y realizó incontables shows por México, centro y Sudamérica, hasta que el proyecto se detuvo.

Pero quien no se detuvo en lo absoluto, fue Manuel, quien continuó con su labor dentro del mundo de la música, y cuando el mundo vivía la pandemia provocada por el Covid-19, un proyecto personal logró tomar forma y materializarse en un primer material solista, el cuál incluiría algunas canciones clave dentro de la historia de Guillotina y Motor, además de sumarle temas recién creados por Manix, y como mencionamos, la historia podría extenderse más.

Dicha etapa solista, fue la que lo trajo el pasado fin de semana a Guadalajara, para presentarse en el Anexo del Foro Independencia, congregando a todos aquellos fanáticos locales del grunge y específicamente de los proyectos hechos por Manix.

Comunión total entre el músico y su público, coreando grandes canciones que sonaron esa noche, saliendo a relucir “Pierdo el Aire”, canción que enchinó la piel desde sus primeros acordes. En tres de las canciones del set presentado, hubo invitados especiales en el escenario, Alex y Pedro Mendoza, de la banda tapatía Disidente, interpretando juntos “Solo”, “Ayer” y “Otra Vez”.

Pudimos escuchar en vivo la interpretación de la clásica canción de Neil Young “My My Hey Hey, Out of the Blue”, en una versión al español, adaptada por Manuel, un tema considerado por él como esa señal que necesitaba para saber que ese disco solista era posible de lograrse.

Una tormenta sonaba al fondo esa noche, el cielo parecía caer, pero al interior del foro, la fuerza de las guitarras acústicas resonando y las voces de todos los presentes, eran mucho más poderosas que la fuerza de la naturaleza.

Mucha música, mucha nostalgia, recuerdos de la juventud fueron remontados, y como dice la canción “y todo tiene un final, lo sabes bien”, así que llegó el momento de la despedida, Manix agradeció a todo el público presente y bajó del escenario para recibir a muchos fanáticos que se acercaron a él, con quienes no dudó en convivir un rato con ellos, tomarse la foto del recuerdo, firmar algunos discos e incluso escuchar algunas historias de ellos.

Sin duda, fue un show de esos entrañables, íntimos, que provocan un sinfín de sensaciones y que se agradece tener por acá.

Fotografías y texto por Rodrigo Cerda.