Una noche de ritual en el Palacio de los Deportes con Ghost

La noche del 18 de septiembre quedará grabada en la memoria de los fanáticos mexicanos del hard rock como una velada mágica y llena de emoción. En el majestuoso escenario del Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, la banda sueca Ghost hizo su tan esperado regreso al país, y la expectación estaba en su punto máximo. El concierto prometía ser una experiencia única, y no defraudó.

La velada comenzó con una presentación única a cargo de la banda sueca Tribulation, quienes prepararon el terreno con su estilo oscuro y misterioso. Su música, que mezcla elementos del death y black metal, dejó a la audiencia intrigada y ansiosa por lo que vendría después.

Puntualmente a las 9:00 p.m., Ghost hizo su entrada triunfal en el escenario. El público, vestido en disfraces de Papas Emeritus y monjas, dio la bienvenida a la banda con una ovación impresionante. La atmósfera estaba cargada de hermandad y emoción, como si todos los presentes fueran parte de un rito musical muy especial.

La banda sueca no perdió tiempo y comenzó a tocar sus éxitos, entre ellos «Kiss the Go Goat», «Square Hammer» y «Spillways», esta última con una versión que cuenta con la colaboración del legendario vocalista de Def Leppard, Joe Elliot. Cada canción era una muestra de maestría musical y puesta en escena, y la audiencia respondía con pasión, coreando cada verso y riff.

Una galería de fotos enviada por el grupo de Facebook Ghost México captura a la perfección la energía y excelencia de la banda. Las imágenes muestran a los miembros de Ghost entregados por completo a su actuación, con el carismático Papa Emeritus liderando el ritual musical.

El concierto de Ghost en el Palacio de los Deportes fue mucho más que un espectáculo musical; fue una experiencia espiritual para los fanáticos que habían esperado ansiosamente este momento desde 2020. La banda no solo demostró su talento indiscutible, sino que también creó un vínculo único con su público mexicano.

En resumen, Ghost no solo dejó huella en la noche del 18 de septiembre, sino que reafirmó por qué son considerados uno de los mejores exponentes del hard rock a nivel mundial. Su música, su puesta en escena y la pasión de su base de seguidores hacen de cada concierto una experiencia única e inolvidable. Esta noche en el Palacio de los Deportes quedará grabada en la historia de la música en México como un hito de la devoción por el rock en su forma más pura y teatral.

Texto por: Alejandra PePú.

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