Texto: Akira Crasso / Fotos: Tonnie Zanabria

Y quién más sino Till Lindemann para cerrar con broche de oro el 2023. El cantante Alemán hizo de las suyas en el Teatro Estudio Guanamor el pasado 31 de diciembre.

Para todos los asistentes, una forma muy peculiar de concluir el año. Un espectáculo con mucho power, mucha energía. Como es característico, Till se comportó a la altura y se paso por die Eier algunas reglas y buenas costumbres. Dándonos así un show musical de gran impacto visual, con un toque de sátira y una pizca de degenere. Para despertar el ímpetu del público, fueron arrojados unos cuantos pastelazos, los cuales fueron bien recibidos por algunos bellos rostros de cutis grasa.

Como parte del perfomance, Till tuvo la osadía de bajarse del escenario, ir a la barra por una botella de tequila y comenzar una especie de peregrinación a través de los asistentes hasta volver a subirse a la tarima.

Después, como acto de amor, buena suerte y abundancia, se arrojaron pescados al público, impregnando el recinto de un exquisito olor a brisa oceánica. Y para concluir,  como último acto, se aventó la de «Entre dos tierras», un cover que fue muy bien recibido entre los asistentes. Sin duda una muy buena forma de cerrar un ciclo y comenzar otro. ¡Venga! ¡No hay que tomarse la vida tan enserio! (Tortazo en la cara)