El Auditorio Telmex se convirtió en el epicentro de una jornada histórica el pasado 03 de abril, cuando Keane, una de las bandas más influyentes del panorama musical británico; celebró dos décadas de éxitos ininterrumpidos en un concierto que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

La noche fue inaugurada con la magnética actuación de Sarah Kinsley, cuyos acordes resonaron en cada rincón del recinto, infundiendo en el público una anticipación palpable, como preludio a la llegada de los íconos británicos.

Fue alrededor de las 21:20 hrs cuando las luces se atenuaron, anunciando la inminente irrupción de Keane en el escenario. Con «Can’t Stop Now» como bandera, la banda desplegó un desfile de emociones, tejiendo un mosaico sonoro que desató la comunión de todos los presentes. «Silence by the Night» fue un himno coreado por coros espontáneos, mientras que «Bend & Break» desató una ola de nostalgia y energía contenida.

Los himnos más esperados hicieron su entrada triunfal: «Everybody’s Changing» y «Somewhere Only We Know» encendieron la pasión de la audiencia, consolidando el vínculo indeleble entre la banda y sus fieles seguidores.

En medio de la vorágine de emociones, temas como «Nothing in My Way» y «Crystal Ball» tejieron una trama de melancolía, culminando en un momento íntimo con «We Might as Well Be Strangers», antes de alcanzar la cúspide de la noche con el magistral cierre a cargo de «Bedshaped».

Keane regaló a sus seguidores una experiencia trascendental, un viaje a través de dos décadas de música y recuerdos compartidos. En sus palabras de despedida, la promesa de volver resonó en el corazón de cada asistente, sellando un pacto eterno entre la banda y el público tapatío, cuyo apoyo incansable ha sido el motor de su travesía musical.

El concierto en el Auditorio Telmex no fue solo un evento, sino un hito emocional, una celebración de la música como lenguaje universal y de la conexión inquebrantable entre artistas y audiencia. En esta noche mágica, Keane demostró una vez más por qué son un referente en la industria musical, dejando una huella imborrable en el alma de todos los presentes.

Reseña: Tonnie Zanabria / Foto: Raúl Soria