La clausura de la tercera edición del Encuentro Trama, se realizó en la Concha Acústica el pasado 30 de marzo.
Dicho festival estuvo conformado por la franco – chilena Ana Tijoux, la mexicana Yoss Bones, la chilena Mc Millaray, la colombiana Acid coco, la cubana Telmary y la haitiana – mexicana Malaika.
Con una asistencia poco favorable para la magnitud del lugar y el cartel, es que se realizó la clausura del festival; mismo en el que no faltó el baile y la buena vibra de los asistentes.
La primera sobre el escenario fue Malaika, que se encargó de hacer menos pesado ese sol a plomo con su música que va desde el hip-hop, r&b, un toque pop y ritmos afrocaribeños.
Le siguió MC Millary , la representante del rap Mapuche, quien acompañada de una batería, un dj y su padre en el soporte de los coros; se presentó por primera vez en tierras tapatías para demostrar porqué es uno de los referentes del rap en Chile.

El turno de Telmary con esa mezcla de ritmos cubanos, mismos que le dan el espacio para poder demostrar su manera de rapear que incitó a todos los presentes a soltar el cuerpo y ponerse a bailar, una presencia escénica que deja con ganas de más.

Acid Coco llegó junto con un puñado de palomitas que invadieron el escenario, que le daban ese gran toque al poderío de su vocalista que no dejaba de bailar y contagiar a todas y todos.

La princesa de la calle, Yoss Bones; llegó con sus músicos de apoyo, unas bailarinas y la segunda voz para brindar esos temas que la han posicionado como uno de los referentes actuales del género urbano en el que mezcla el r&b, el hip-hop y dancehall.

El gran cierre con Ana Tijoux se llegó, donde dio catedra de cómo es que se tiene que rapear , mismo que la ha posicionado como uno de los grandes referentes femeninos del género. Con esa sonrisa que no desapareció en ningún momento de su show, le daba a uno la sensación de que le hacia feliz estar por tierras tapatías.

En general el Encuentro Trama es digno de aplaudir por la calidad de shows que presentan en todos los sentidos, calidad de producción, calidad de cartel y calidad de trato en cualquier momento y pensando en todas y todos, un festival incluyente en el que había un par de mujeres que interpretaban en lenguaje de señas las canciones, algo MUY digno de destacar.
Reseña y Foto: Mario Jiménez














