En la reciente premiere de Turno Nocturno, tuvimos la oportunidad de adentrarnos en una historia de suspenso y terror psicológico que se desarrolla en un contexto sumamente inquietante: el ámbito laboral en un hospital. Ambientada en 1979 en el Hospital Juárez de la Ciudad de México, la película nos introduce a Rebeca, una joven enfermera que comienza a trabajar en el turno nocturno. Desde el inicio, la atmósfera tensa y opresiva nos deja claro que algo oscuro se esconde en el lugar. A medida que transcurre la noche, Rebeca descubre secretos escalofriantes en los pasillos del hospital, donde el miedo no solo proviene de lo sobrenatural, sino también de las relaciones humanas distorsionadas por el machismo y la violencia estructural.

Uno de los aspectos más destacados de la película es la forma en que se construye el terror. La tensión psicológica se intensifica al explorar los temas del abuso de poder, la violencia de género y la vulnerabilidad de las mujeres dentro de un entorno laboral dominado por comentarios sexistas y actitudes despectivas. Estos elementos realzan la sensación de angustia de la protagonista, quien debe navegar no solo con las presencias fantasmales que acechan el hospital, sino también con las dinámicas de abuso que la rodean.
La leyenda de La Planchada, un espectro que se dice aparece en el área de pacientes críticos del hospital, juega un papel central en la historia. Esta leyenda, una de las más conocidas en la cultura mexicana, cobra vida en la pantalla bajo la dirección de Rigoberto Castañeda (KM 31), quien ofrece una visión moderna y aterradora de esta figura mítica.


En conclusión, Turno Nocturno es una película de terror psicológico que va más allá de los sustos convencionales. Combina elementos del horror sobrenatural con una crítica social profunda sobre las dinámicas laborales y de género.
PRESENTADA POR SONY PICTURES
Por Ana Paula McCormick