Una nueva película de «terror» llegó al cine bajo la dirección de Justin Tipping y respaldada por Jordan Peele. Nos cuenta la historia de una joven promesa del futbol americano y lo que rodea a este deporte, desde el esfuerzo físico, el negocio y el fanatismo.
Aquí nos cuentan la historia de Cameron Cam Cade (Tyriq Withers) quien desde pequeño ha sido motivado y entrenado para convertirse en el nuevo G.O.A.T. (Greatest of All Time) el mejor de todos los tiempos, lugar ocupado por Isaiah White (Marlon Wayans) quien, como buen mártir, arriesga su físico para lograr una victoria, mostrando así el por qué es el mejor mariscal de campo de toda la historia.
Cameron quien tuvo toda la vida la preparación y presión familiar, justo cuando llega su momento para demostrar sus habilidades en la prueba de nuevos talentos, es atacado por un fanático de Isaiah para así detener que alguien tome su lugar. Aquí se nos hace mucho énfasis en lo peligroso que sería el recibir algún golpe parecido en la cabeza. Cuando ve todo perdido, el mismo G.O.A.T., a través de su representante, contacta a nuestro protagonista para darle otra oportunidad y además un entrenamiento dirigido por él mismo. Aquí es donde todo se vuelve turbio y la película se vuelve en un vaivén entre lo intenso y lo confuso.
Con una actuación espectacular de Marlon Wayans, quien por momentos es muy paternal y amistoso, en cuestión de segundos cambia a alguien severo y aterrador. Y antes de pasar a todo lo que no nos gustó, enfatizaremos en lo que está bien logrado en conjunto con las actuaciones. La fotografía es muy buena, los ángulos y la iluminación hacen lucir bastante lo que está sucediendo e incrementan la tensión que también está bastante bien lograda, al menos la primera parte, y lograr mantenerte al filo del asiento en una película, no es nada fácil. La originalidad de mezclar el deporte con el fanatismo, el terror y el sacrificio, aunque al final no es bien logrado.
Ahora en cuanto a lo que no logra por convencer es todo lo que dejan a medias y es la mayoría de cosas que nos llamaba la atención de la película. Se habla mucho de la importancia de la familia, pero la verdad es que tiene muy poco peso en pantalla. Por otro lado, el simbolismo religioso se queda ahí, sólo aparece, nunca toma la importancia suficiente para justificar su presencia en la película. El fanatismo tampoco luce tanto, salvo 2 o 3 escenas, el NEGOCIO, esas cantidades de dinero que surgen gracias a este deporte, los lujos y los excesos sólo queda en que los magnates ya saben todo y controlan todo pero están sólo como un relleno.
El “sacrificio” físico y sus consecuencias, si bien hablan mucho de dejarlo todo, pues nunca existen esas consecuencias, salvo las “fantasías” por la edición o narrativa, no está claro si por el golpe, por sustancias o si es la realidad. También sobre esto mismo de la edición, la película se siente incompleta, como si hubieras pasado algo por alto. Y no me malinterpreten, desde media película saben para dónde va todo.
En conclusión, si eres fan del terror puedes darle una oportunidad, pero no esperes mucha coherencia, pues creemos que es un intento de experimentar algo diferente pero que se quedó en eso, un intento. Si tuviéramos que dar una calificación sería un 6 de 10 . Presentada por Universal Pictures.
Por Christian Mendoza