Por lo general las noches de los viernes en cualquier parte del mundo es la señal de pasar un buen momento. Algunos se van con amigos a algún bar o restaurante, otros se quedan en casa a darse un tiempo de calidad y en otras ocasiones, cuando los astros se alinean; vemos a una banda de punk que nos vuela la cabeza de principio a fin, convirtiendo la noche en una brutalidad. El pasado viernes 27 de enero fue una de esas noches, de las que hacen que tu cuerpo duela al día siguiente y las piernas las sientas como un venado recién nacido. ¿Los responsables de lograr eso? Un cuarteto australiano de hardcore punk que está rompiéndola en todo el mundo con su inagotable energía: Amyl and The Sniffers fue una bocanada de aire fresco para los eventos en esta ciudad.

El galardonado grupo encabezado por Amy Taylor, fue lo suficientemente importante para atraer a todo tipo de personas y lograr un caldo de personajes que difícilmente se les logra ver juntos sin tener que levantarse un sábado a las 10 de la mañana. Entre el público se podía vislumbrar al pseudo blackmetalero, el popero, a alguno que otro fan de la electrónica, hardcoreros de la vieja escuela, entre otros entes. Todos convergiendo en el mismo lugar sin llegar a una pelea al puro estilo de The Warriors. Todos con el simple objetivo de ver lo que es un acto de clase mundial.

La velada de sudor y mosh empezó con el talento local, Flores y Fuego que sin duda fueron los invitados indicados. La joven banda conformada por héroes y amigos de la escena local tapatía, demostraron su poderío con fuertes melodías que lo que estaba logrando era dejar calientitos a todos para el plato fuerte. 30 minutos de Raw Power fueron más que suficiente para que Flores y Fuego se ganara a muchos nuevos fans.

Para las 10:30 la gente ya se impacientaba por ver a los australianos. Una chela aquí, otra por acá y la verbena punk continuaba sin problemas. Entonces para sorpresa de todos, un mítico himno mexicano empieza a sonar, no es necesario que las luces se apaguen en su totalidad. “La Chona” de Los Tucanes De Tijuana es la señal para que salgan los invitados estelares. Al ritmo de la popular canción, con vaso en una mano y en la otra una nota, Amy Taylor nos saluda agradeciendo por venir. Todos gritan eufóricos. La noche de viernes punk ha comenzado.

Lo que sucedió después solo puede ser descrito como un huracán de estridentes riffs, escupitajos, patadas, golpes, letras subversivas y mucho punk rock. Amyl and The Sniffers nos dieron una hora con veinte minutos de sus mejor repertorio entre los que destacan: “Gacked on Anger”, “Some Mutts (Can’t Be Muzzled)”, “Cup of Destiny” de su álbum debut homónimo del 2018 además de “Don’t Fence Me In”, “Maggot” y por supuesto los hits “Guided by Angels” y “Hertz” de Comfort to Me, su última placa; entre otros temas.

Fue una noche para el recuerdo, como esas que ya tenían tiempo no se veían y que definitivamente fue el perfecto banderazo para los siguientes meses con bandas que pisarán por primera vez el suelo tapatío. Un evento que se lleva un diez por donde se le vea y nomas nos deja salivando por ver que más nos tienen preparados en el futuro.

Reseña: Christhian Ferenc / Fotografía: Mario Jiménez